La rehabilitación de este edificio de oficinas implica recuperar los valores arquitectónicos iniciales que habían desaparecido tras sucesivas reformas puntuales. El patio interior, relegado a un uso exclusivamente de servicio y deformado por las distintas carpinterías, modulaciones, tuberías, cableados y maquinarias de aire acondicionado acumulados en el transcurso de los años, se recupera mediante una cubierta acristalada de gran ligereza, con una nueva modulación de huecos concebida como una nueva fachada interior dispuesta para aprovechar la iluminación cenital del lucernario y las nuevas vistas, un ascensor panorámico que, además de mejorar la circulación vertical, sirve para mantener la percepción del patio como un elemento común y no de servicio.
En la fachada se realiza una restauración completa, incluyendo limpieza, consolidación de elementos, recuperación de motivos ornamentales, texturas y acabados originales y la recomposición de huecos originales en la planta baja comercial.
Calle Alcalá 65, Madrid
8.300 m²
10 plantas
2012