Se agruparon 4 viviendas por núcleo vertical, con escaleras adosadas a fachadas exteriores como elementos singulares, para mejor legibilidad y optimizar la escala del conjunto. Las semitramas estructural, residencial y vehicular responden a un módulo común. Todas las viviendas son exteriores y tienen doble fachada para que puedan disponer de ventilación cruzada.
Las fachadas se resuelven con ladrillo visto y recercado de huecos en piedra artificial, diferenciando los núcleos verticales con revoco coloreado. Para compensar la gran longitud de las fachadas, se recurrió a ligeros retranqueos de unas partes de la mismas con respecto a otras, consiguiéndose con ello un ritmo de luces y sombras que dinamizan la imagen de los bloques y es más acorde con una escala doméstica.
El espacio central se configuró como plaza interior desde la que se accede a los nueve portales del conjunto. Para facilitar el control del acceso a todos los portales, a este espacio solo se podía entrar por un punto, en el que también se encontraba la entrada de vehículos al aparcamiento.
Se puso especial atención en el diseño de este espacio ajardinado compartido, en el que se articulaban caminos de paso y zonas de estancia con tratamientos concretos para el recreo infantil. En las partes más próximas a las viviendas se plantaron árboles, filtro visual sobre el interior de las viviendas. El espacio central se dividió en dos diagonalmente, en una de las partes se plantaron arboles que proporcionaran sombra en verano, y en la otra, situada en la parte más soleada de este espacio, se dispusieron zonas de estancia para aprovechar el soleamiento en invierno.
Alcorcón, Madrid
19.450 m²
6 y 7 plantas
1995