La organización del conjunto de la vivienda está fundamentada en un orden funcional cuyo objetivo es obtener la mayor flexibilidad posible.
El nivel de planta baja se eleva suavemente sobre la acera aprovechando la pendiente natural del suelo, para permitir el acceso de los coches a las plantas de sótano a iluminar y ventilar los trasteros. La última planta dispone de una terraza concebida como una extensión de la vivienda, que aporta a las unidades de un dormitorio una continuidad interior-exterior que amplifica la percepción del espacio. Los núcleos sanitarios se han reducido al mínimo y su disposición central en planta, y la coincidencia en vertical, permiten tanto un ahorro en la construcción como una división física entre las distintas zonas del programa.
Arganzuela, Madrid
2.200 m²
8 plantas
2006