Estas obras incluyen, además de la reorganización de la distribución espacial de las distintas plantas, la ejecución de una estructura que permita liberar de cargas a los actuales elementos portantes, caracterizados por un alto grado de deterioro y obsolescencia.
Posibilitar el uso flexible del edificio para destinarlo a oficinas y locales comerciales permitiendo, alternativa e indistintamente, que pueda ser utilizado por uno o varios usuarios, manteniendo en cualquier caso la independencia funcional del local comercial.
La corrección de las deficiencias funcionales y técnicas existentes permite dotar al edificio de los estándares de calidad, confort, seguridad e higiene que el actual desarrollo de las actividades terciarias requiere y renovarlo por un nuevo período de vida útil.
Paseo de la Castellana 10, Madrid
5.900 m²
9 plantas
1998