La arquitectura se construye en el presente para el futuro.

Esta propuesta para el edificio destinado al Instituto del Conocimiento, la Digitalización y el Emprendedor Audiovisual (ICDEA), en Cuenca, está condicionada por las posibilidades técnicas, constructivas y económicas del presente, pero apuesta por el futuro a través de sistemas que dejan abierta su transformación.

La flexibilidad es la expresión del exterior y del interior del edificio. Todo el solar se convierte en una gran plaza pública en planta baja, con espacios cerrados y abiertos que cambian con las estaciones e invitan a participar de las actividades que se organicen. Un paisaje próximo y visible desde las calles que contiene plataformas para los espacios de exposiciones, la cafetería, gradas para proyecciones al aire libre, zonas en las que se puede relacionar el interior y el exterior. El salón de actos se sitúa en un pliegue de esta plataforma, aprovechando el desnivel del terreno, accediendo al mismo desde la plaza pública.

Todo el contenedor está envuelto por una superficie que dejará adivinar su interioridad, en la que se fundirán las imágenes que se quieran colgar de las fachadas con las que se encuentren en proceso en el interior. Esta superficie se convierte en contenedor y soporte de imágenes y, por qué no, de sonidos.

La flexibilidad de esta superficie de soporte que configura la fachada permitirá poder adaptarse además a otras funciones: al control ambiental, al refuerzo de control energético y a las distintas necesidades de iluminación tanto interior como exterior. En el futuro podrá incorporar cambios en dichos sistemas adaptándose a la tecnología o a mejores presupuestos.

Construir en un barrio en desarrollo es un riesgo, pero también un reto, una oportunidad de adelantarnos al futuro.

Pensando en el futuro queremos:

● Anunciar el edificio con una gran fachada que sea una pantalla de imágenes enfrentada directamente a la rotonda. Que sea visible desde la lejanía según se accede desde el centro de Cuenca y que el ICDEA pueda utilizar para anunciar sus actividades.

● Ofrecer una planta baja abierta en la que se conecten visualmente todos los espacios exteriores e interiores, invitando a participar de las actividades públicas que se realicen en el edificio.

Esta planta abierta y pública se piensa que puede en el futuro abrirse a relacionarse con otros edificios de carácter público y cultural que se edifiquen en la zona o en las parcelas colindantes.

● Orientar el edificio ligeramente diagonal en la parcela procurado aumentar su exposición a la orientación sur.

● Situar en la cubierta un mirador hacia las vistas de la ribera del Júcar.

Cuenca

2.914 m²

5 plantas

2009