El conjunto se articuló mediante un tapiz verde continuo y ondulante, que abre o cierra visuales según se trate de espacios dinámicos de acceso a los edificios o estáticos para esparcimiento de los trabajadores. Sobre este tapiz se distribuyen los volúmenes exentos de oficinas conectados con las redes peatonales en dos niveles distintos. La vertebración de estos volúmenes con las redes peatonales se resolvió con cuerpos acristalados que alojan los núcleos verticales y confieren legibilidad a los accesos.
La modulación permite optimizar las oficinas, los aparcamientos y los inter-ejes estructurales. Los espacios de oficinas permiten áreas diáfanas en tres sectores: dos en fachadas y uno interior para actividades que no requieran iluminación natural.
El conjunto incluye equipamiento deportivo, pistas de tenis y paddle, circuito de footing y un club privado con piscina y spa.
Las Rozas, Madrid
49.000 m²
4 plantas
1988