El edifico se presenta como un único y rotundo volumen exento seccionado longitudinalmente por un gran vacío central. Este vacío se extiende horizontalmente articulando y unificando las distintas plantas del edificio. De esta forma se consigue un único espacio interior abierto plenamente al exterior, difuminándose el límite entre el edifico y su entorno.
Cada planta queda formada por dos bandejas independientes, conectadas mediante pasarelas que permiten la circulación de personas y el paso de infraestructuras y servicios. Se acristalan los elementos delimitadores del vacío central y los cuerpos laterales, en contraposición a las grandes piezas de hormigón prefabricado de alta calidad que cierran el volumen principal.
Avenida de Manzanares 2, Madrid
5.300 m²
7 plantas
1991
XI Premios 1996 de Urbanismo, Arquitectura y Obra Pública de la Gerencia de Urbanismo de Madrid (GMU) - Mención - Edificios de Nueva Planta