El conjunto configura uno de los márgenes de la Marina de Sotogrande logrando que la dualidad de su programa comercial y residencial sea complementaria. Las viviendas participan de la vida comercial del paseo, pero con la intimidad y el confort que consiguen su retranqueo y el jardín que las protege. El paseo peatonal se genera integrando el bullicio comercial del frente de los locales y la actividad náutica de los puntos de atraque y disfruta de la amplitud espacial que proporciona el jardín de las viviendas, sobre la cubierta de los locales comerciales. La clara separación funcional de circulaciones, aparcamientos y almacenes de cada programa, optimiza sus relaciones.
El jardín privado residencial, que separa y beneficia los dos ámbitos, se despliega en paralelo al mar, filtrándose transversalmente entre los edificios y organizándose en torno a diferentes zonas de estancia comunes y privadas.
Los bloques de viviendas configuran este espacio abierto, disponiéndose hacia las mejores orientaciones solares y visuales. En sus volúmenes destaca el juego de luces y sombras producido por los extremos voladizos de sus terrazas, que prolongan hacia el mar el espacio interior de las viviendas. Todas las viviendas tienen doble orientación para fomentar la ventilación cruzada natural, que minimiza la necesidad de consumo energético en refrigeración.
Ribera del Marlin, Puerto de Sotogrande, Cádiz
75.000 m²
6 y 7 plantas
2008