El conjunto de edificios se distribuye en la parcela mediante un hábil juego de volúmenes donde la superficie útil necesaria se apila en un rotundo volumen, situado al oeste, que sirve como telón a dos pequeños volúmenes, a escala del peatón de la calle Príncipe de Vergara, originando entre ellos un recoleto patio interior nada habitual en la ciudades modernas.
Se aprovecha la rehabilitación para integrar y abrir el espacio interior al entorno urbano reordenando el acceso principal del edificio y acondicionando las vías de acceso y evacuación, se reagrupan los núcleos verticales de comunicación abriendo nuevos huecos en los forjados reagrupando los núcleos húmedos, se diafanizan plantas eliminando servidumbres y se demuele y reacondiciona la hoja interior de la fachada.
Príncipe de Vergara 187, Madrid
17.700 m²
16 y 2 plantas
2001