Se concibe el conjunto residencial como un único espacio verde continuo que engloba las especies vegetales protegidas existentes, distribuyendo las viviendas unifamiliares para enfatizar la relación espacial entre las viviendas y el campo de golf. Se implantan en función de la topografía para que todas tengan vistas de largo alcance y los volúmenes construidos no interfieran entre sí. Se garantiza el correcto asoleamiento de las viviendas y de los espacios exteriores en función de las orientaciones y la evolución solar.
Las diversas pendientes del solar definen dos tipologías de viviendas para optimizar la adaptabilidad en cada unidad a las condiciones del terreno; para áreas con pendientes más pronunciadas se utilizan viviendas de fachada única con los espacios abiertos a esta, paralela al eje longitudinal, con muy buena ventilación y asoleamiento, posibilitando el escalonamiento de unidades sobre el terreno. Para áreas con pendientes menos pronunciadas se proyectan dobles fachadas perpendiculares al eje longitudinal, posibilitando la ventilación cruzada.
La red vial se diseña estudiando cuidadosamente las pendientes del terreno. A partir de una única y controlada entrada, el trazado se desarrolla en tramos que terminan en “fondo de saco” consiguiéndose así recorridos menores y no de paso.
Se proyectan aparcamientos subterráneos bajo las calles, posibilitando la estadía segura de vehículos de uso estacional propio de los inquilinos de este tipo de viviendas, obteniéndose viales en superficie despejados e independizados de las viviendas mediante una cuidada barrera vegetal.
Parcela XIIA Sotogrande, Cádiz
30.750 m²
2 y 3 plantas
2005